La tragedia y el dolor es inevitable, especialmente en un mundo donde no existe la piedad... Alexandra La Rose, una joven ortodoxa de tan solo 17 años, justo el día de su cumpleaños, fue secuestrada por tártaros y vendida a las tierras enemigas.
El miedo y el dolor la consumía cada día hasta encontrar los ojos de su salvación, el Sultán Suleiman, el dueño y gobernante del imperio más poderoso, el imperio otomano, pero la vida no sería dulce con ella todavía, ya que el haberse enamorado del Sultán solo la colocaba en peligro y en manos de sus rivales.
¿Alexandra podrá sobrevivir a sus nuevos enemigos? ¿El miedo de perderlo todo nuevamente destruirá a la chica? ¿Alexandra podrá conseguir la paz que su alma necesita? O ¿su amor no será correspondido?
La madre de Jane Aubrey, tras un intento desesperado por conseguir dinero, vende a su hija a los gemelos Caracalla y Geta como sirvienta.
Estos despiadados gemelos se aprovechan de la menor y le arrebatan su pureza, sin saber que sus juegos iban a tener graves consecuencias.
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Jane Aubrey acaba cayendo en una grave dependencia emocional, y desarrolla el tan conocido síndrome de Estocolmo, que le impedirá seguir conllevando su vida con normalidad.
Por su parte, Commodus aparece de nuevo para hacerse con el trono y pone en peligro la ciudad de Roma y la vida de la menor, pero Geta no dejará que eso pase. ¿O sí?