Todos alguna vez amamos, amamos tanto a esa persona que no importa lo que haga o en qué se convierta lo seguiremos amando.
A veces, y solo a veces, seguir amando a alguien no importa que te lleve a tu perdición.
Te amé desde la risa fácil,
desde el roce simple de tus dedos en los míos,
desde las tardes lentas en que el sol caía
y todo parecía tener sentido solo porque estabas tú.