"Cuando me bajé del tren supe que aquel pueblo sería mi nuevo hogar. Habían pasado años siguiendo al viento, a los huracanes y las tormentas... pero ya era hora de quedarme en un sitio, estable, como la cometa amarrada al suelo, pero que se mantiene en el cielo por la fuerza del viento.
Mi misión era ayudar a todos a encontrar el amor, así que decidí escribir esta pequeña guía para que la próxima bruja, mago, druida o hechicero se inspirara con mis historias.
Quiero que sepan queridos lectores y criaturas de la medianoche, que a partir de este momento deben abrir su mente al amor y a sus distintas formas. Deben entender que no es una historia lineal y que puedes comenzar a leer desde el final hasta el principio, el orden de los factores no altera el producto. Quizás algún día les cuente más sobre mí, aunque actualmente no sea más que una desconocida. Quizás algún día ustedes logren escribir una receta perfecta inspirada en una historia de amor, y de ser así... benditos sean los corazones de los enamorados, de los románticos y de los cocineros que cocinan con el alma.
Quiero advertir que este recetario tiene mucha simbología, desde los números, las palabras usadas, los nombres y hasta las recetas. Pero al final, cada quien le puede dar el significado que desea, lo importante es que crean de todo corazón que cada alimento, cada palabra y cada número tienen un poder oculto que podría llegar a mejorar la vida de todos.
Así que, con mucho amor, os dejo continuar la lectura."
Bruja de la cocina y señora de las tormentas,
Olmera.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.