Evelyn y Jason son mejores amigos desde la primaria, y se han vuelto inseparables, sin embargo, en su cuarto año de secundaria Evelyn deja de sentirse tan cómoda en ese entorno escolar y amistoso. Jason, por su parte no parece importarle -o notarlo- y continua con su vida normal, ignorando los comentarios de su compañera. Para resguardarse ante tanta tristeza, Evelyn consigue un hobby como recomendación de su madre (aquel que tiene desde niña) la escritura.