Algunos no conocen lo que la vida les depara y simplemente se mantienen en la trayectoria que el viento les indica, como una pequeña hoja que es llevada por las fuertes brisas del otoño. Esta es la historia de Susana, una chica que por cosas del destino es obligada a sobrevivir en un pueblo de dos caras, de día una vida normal pero de noche, una trampa mortal para los que decidan salir de sus casas a tomar una brisa y que solamente pasan la noche si cumplen con las normas del pueblo. El viaje a este lugar empieza con el descubrimiento de un árbol caído en medio de la carretera, si pasas más allá de este no podrás volver a menos que descubras como acabar con ellos...los seres nocturnos que toman apariencia humana y que vagan por las calles desoladas esperando a que algún tonto deje su puerta abierta o una ventana, esperando el más mínimo momento para devorar a su presa pero no es uno ni dos, se trata de decenas de ellos y tocan a tus puertas y ventanas esperando a que les abras, no corren porque saben que tarde o temprano acabarás en sus garras. Allí junto a muchos problemas nuestra protagonista tendrá que sobrevivir junto a su hermana Eileen, su padre David, su madre Indira y su mejor amiga Bianca a este lugar endemoniado. Susana conocerá el amor pero ¿será que este amor es humano?, Bianca a su vez conocerá a alguien, que la ayudará a olvidar una mala relación y le enseñará que el amor vale más que el resentimiento. Por último tenemos esta incógnita ¿este lugar afectará el ciclo de vida de sus habitantes?. Ya lo veremos y conoceremos que es lo que acompaña y cuáles son los secretos que esconde esa prisión que mantiene a sus residentes como muñecos en una casa de juguete.