La llegada de un soldado con recuerdos difusos e inconexos, a un remoto pueblo en las montañas, supone un gran riesgo para la familia más sanguinaria y terrorífica de la región, sobretodo, cuando el destino ha unido su alma con el miembro más joven. Su misión es clara, debe proteger a la hija de su antiguo general, pero tras quince largos años, la pequeña señorita se ha convertido en un ser peligroso, incapaz de bajar sus barreras ante cualquiera, llena de secretos, odio y resentimientos. Ella es un ser humano, desesperada por deshacerse de su humanidad y él, él es una máquina, atrapado en un cuerpo orgánico, que le pide a gritos, sentir, necesitar, amar...¿podrá convencer a esa mujer de bajar sus murallas y dejarse proteger?
Con la mente como una hoja en blanco, y una familia, buscando respuestas a un pasado aterrador, el juego entre la máquina y el nahual, comienza.
Meghan toda su vida ha sido aventurera, maleducada y desubicada, hasta que tiene que dejar de serlo. La muerte de su padre la hizo viajar hasta el palacio del reino Elaetus con su madre, padrastro y hermanastro, a los qué, aun así, considera una familia.
Pero apenas días después de empezar a vivir en el palacio descubre que hay una maldición en todo el mundo perjudicando a todos los reinos, incluyendo Elaetus.
¿Meghan tiene que ser princesa o descubrir su verdadera identidad?
En todo el recorrido hay un gato negro de ojos verdes que no deja de ayudarla para derrotar lo que sea que perturbe su mundo. Pero al final todo es al revés.