JongIn insiste en que, SeHun debe tener unas vacaciones. No unas simples, sino en un lujoso hotel en Nueva York, por cinco días... – ¡SeHun! ¿Dónde diantres te encuentras? El hotel ha estado llamándome si vas a ir – preguntó fastidiado JongIn. – ¿Recuerdas lo que me pediste en el aeropuerto de Seúl? – no contuve la sonrisa llena de picardía.