Había una belleza inherente en el caos que era incapaz de negar por más que quisiese hacerlo. El universo se conformaba por eso después de todo. Un conjunto infinito de eventos que se crean a partir del caos. Sí, él era el resultado de eso. Un poder caótico e incontrolable almacenado en un cuerpo. Su cuerpo. Aún así, él solo era una persona ¿Por qué tenía que soportar existir con algo tan absurdo cómo un ser que no podía catalogarse siquiera como vivo? Tampoco era cómo si la respuesta a esa pregunta le ayudara realmente. Ahora en lo único que debía concentrarse era en no perder la poca cordura que le quedaba.