Gwen es una joven adulta que ha vivido toda su vida cometiendo error tras error, percatada de ello, más sin cometer acciones que rediman dichos errores, se ve embarcada a cuestionarse si se ha cruzado la línea con alguna de las personas a las que ha herido en el pasado, en cuanto una sombría figura que permanece en el anonimato, comienza a acosarla y a llevarla hasta los extremos más obscuros de su propia mente. Haciéndola dudar de todos a su alrededor: ¿será su vecino?, ¿su vecina?, ¿alguna de sus ex amistades de la preparatoria?, o peor aún, ¿su prometido? La novela toca las fibras más sensibles del ser humano y aborda temas de los que se tienen consciencia hoy en día, pero que nadie se atreve a mencionar en una conversación casual: Cómo es que el trauma de la infancia te amolda como persona en la adultes, la responsabilidad emocional que debes tener como ser humano y los círculos viciosos de los que podemos llegar a ser parte. Además del cuestionamiento de la idea del amor y lo que podría ocurrir si dicha esperanza emocional cae en las manos equivocadas.