Marissa podía volverse loca por tres motivos: la importancia de la jerarquía en su vida, la sangre que corría por sus venas siendo la causa de la constante presión... Y unos ojos verdes que jamás dejarían de provocar escalofríos. Ella sabía perfectamente en lo que se estaba metiendo, y que jamás saldría de ahí. De un paraíso deslumbrante y a la vez demasiado... caótico.All Rights Reserved