Cuando María estaba en 4° de la ESO ya había perdido la esperanza de enamorarse, pues llevaba unos años sin pretendientes ninguno.
Si bien había dos chicos que llamaban su atención: Adrián su amor de la infancia al cual no había podido olvidar y con el que ella fantaseaba algunas veces, porque según ella le mandaba señales de que le correspondía, pero que finalmente nunca se le acercaba.
Y otro amor platónico o chico al que ella admiraba, Pablo un chico popular, que si bien ella pensó que se trataba de un chulo. Le había demostrado con sus actitudes ser un caballero guapo, inteligente y bien educado. Pero a este, ella lo considera fuera de su alcance dada su tímidez y su baja autoestima.
Debido a lo anterior, María había decido que debía centrarse más en sus estudios. Ya que, se encontraba en 4° de la ESO y no sabía a que dedicarse. Su futuro estaba muy confuso para ella.
Pero ese mismo año llegó David un chico con piel morena, no muy alto, ojos marrones y pelo rizado. Y no, no fue un flechazo a primera vista.
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho?
Dinero, fama, éxito..
O tal vez... ¿nuestra propia vida?
Fiorella se perdió por darle todo a Patrick,
Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..