Todo comenzó en una familia de dioses muy estricta , tanto que aunque estuviéramos en una Grecia moderna, ellos vivían en antigüedad y así de antigua eran sus reglas que no le permitían acercarse a los humanos( simples mortales insignificantes que sólo servían para hacer ricas a todas la familias de dioses ) Nuestro Ares, te habló de un hombre perfecto, con pectorales que conducen a la perdición, ojos azules como los cristales de un espejo que hace que te rindas ante él. Cada palabra suya es un laberinto del cual no quieres salir , su pelo es suave como seda y oloroso como las más bonitas flores del campo santo.Para molarla se tiene que casar con Afrodita , la diosa del amor¿ Quién no se arrodilla ante la belleza de su brillante cutis? El color de sus ojos es carmelita claro que lo podemos comparar con el otoño donde caen las hojas secas. Su pelo rizo fuego que insita a la pasión y enloquece a los hombres. Perfectos hechos el uno para el otro¿ verdad? , pero ahí es donde entró yo , una simple Humana que mira al cielo sólo para ver a Ares jugar Balón Celestial con sus amigos, donde entre ellos presumían sus poderes para poder vencerse unos a los otros . Él nunca se fijaría en alguien tan poca cosa como yo , que vivo con mis padres en una granjita.
Hola soy Human Jackson , hija de Hector y Erika Jackson. Mis papás me pagaron los estudios hasta que mi papá se enfermo y tuvo que dejar su trabajo de constructor.
Capitulo#1 Tiempo de conocernos
Capítulo #2 Tiempo al Tiempo
Capitulo#3¿ Lo odio o lo amo?
Capítulo #4 Tiempo de Amar
Capítulo #5 Ataque mortal de mi rival
Capítulo #6 Jaquemate a la diosa
Capítulo #7 Las campanas no suenan
Capítulo #8 No es tu medida
Capítulo #9 El día de blanco
Capítulo #10 Vivo con los dioses
Capítulo #11 Muere parte de mi
Capítulo #12 Que raro! Un semidiós
Capítulo #13 Algo me pasa
Capítulo #14 Soy inmortal
Capítulo #15 Vive mi último deseo
¿Que pasa cuando dos familias son enemigas,? Freen Sarocha y Rebecca Armstrong tendrán que luchar en contra de sus apellidos... y ver si el amor vencerá o podrá más el odio...