Yang Jungwon es el príncipe heredero de Corea del Sur. Su rasgo más característico, además de su increíble belleza y sus modales impecables, es que no sonríe casi nunca, siempre se le ve serio y solo sonríe en los eventos públicos de la realeza, cuando las cámaras están puestas en él por lo que los medios lo han apodado "El Príncipe sin sonrisa".
En realidad, Jungwon es un joven de 18 años que desearía tener una vida tranquila, sin la presión de ser el futuro rey de una nación tan sobresaliente como Corea. Porque en el fondo él no quiere ser rey, él quiere ser escritor, una pasión que le trasmitió la difunta reina, su madre. Desearía que su única discusión con su padre sea sobre porqué no llegó a la hora acordada a casa después de una fiesta y no sobre cuestiones de política y acuerdos con jefes de estado. Desearía que su padre no estuviera pensando en comprometerlo con la hija del primer ministro de Japón. Desearía vivir en una casa pequeña enfrente de un lago en vez del enorme palacio que a pesar de estar lleno de servidumbre, él se siente completamente solo.
Desearía... él desearía que alguien se enamore de quién realmente es y no de su título o su fortuna.
Él desearía volver a sonreír.