En un mundo azotado por las quimeras (zombis con el poder de los siete elementos naturales: luz, aire, fuego, agua, tierra y sombra), sólo la república de Narmeliah se mantiene como una potencia en el nuevo continente: Gracias a su enorme poderío militar y el sacrificio de los soldados Akashis (humanos con la capacidad de controlar los siete elementos naturales), guiados por el ejemplo del demonio Akashi llamado Dharma, quien era el portador de la creación (el poder de las siete bestias primarias).
Dharma entregó su sangre y alma para construir el abismo que ahora mantiene al reino de Narmeliah, a salvo de las bestias que han acabado con la mayoría de ciudades del sur. Antes de morir, Dharma ordenó a todos los Akashis habitantes de Narmeliah, que entregaran su sangre y alma con el fin de recuperar el territorio perdido. Para asegurarse de que sus designios se cumplieran, dividió el poder de las bestias primarias y lo heredó a sus siete discípulos Akashis.
Desde entonces, los Akashis más poderosos de toda Narmeliah, luchan cada siete años por heredar el poder de alguna de las siete bestias y así cumplir con la misión encomendada por Dharma.
Un omega embarazado que fue abandonado por su alfa y cuando descubre que este va a casarse, planea arruinar la boda para vengarse pero a su vez para que regrese con el porque no tiene a nadie. Sin embargo, en el transcurso del camino conoce a alguien que le ofrece una propuesta y que podría cambiar su destino por completo.