Ella se quedó soñando un amor de almas gemelas, esperando a su caballero incansable que le robara el aliento. Aquel capaz de hacerla volar con su sagaz inteligencia y al mismo tiempo la dulzura de un abrazo perfecto que la dejara descansar de todas sus tristezas. Mentiría si dijera que no lo imaginaba hermoso, pero si algo había aprendido es que esa belleza no tenía que ver con lo exterior, sino con la sublime hermosura del alma que complementa otra alma. Muchas son las veces que sintió que su corazón hallaba esa afanada calidez, aunque quizás solo fueron muchas porque son más de las que un corazón puede soportar sin destrozarse. Finalmente, solo las lágrimas lograban dejarla ver otra vez la realidad. Las almas gemelas, o soulmates, en realidad son mitos de alguna civilización pasada que amaba las historias de amor. Ella había dejado ir los años hasta que un día entendió que el amor es casi una virtud heroica que al parecer nadie se anima a cultivar estos días. Sofía de 37 años, es una maestra de jardín de niños, que jamás imaginó que cuando su corazón había decidido abandonar el sueño de encontrar su otra mitad, un poco por decepción y un poco porque el mundo te grita o impone que es hora de crecer y dejar a los niños soñar con cuentos de hadas; en las vacaciones de primavera iniciaría la historia de amor más grande y complicada que jamás pensó vivir, cuando aquel fin de semana que se atrevería a tomarse para si misma, su corazón que alguna vez soñó encontrar su otra mitad, ahora se dividiría en dos mitades perfectas e igualmente especiales. A soñar escribiendo se ha dicho... TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.All Rights Reserved
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