Seguro que no todo el mundo tiene una ouija en su casa, no es algo común. Bueno, para Miyeon, ese artilugio ha estado en su casa incluso antes de que fuese suya, ya que era de su abuelo. Siempre le dió curiosidad usarla, y qué mejor manera que gastarle una broma a su mejor amigo de paso. El problema es que uno no debe meter las narices en cosas que no pueden salir bien, y podrías tener problemas. Supongo que Miyeon lo descubrió de la peor manera.