Juno más conocida cómo Hera, Diosa de los antiguos Dioses griegos, la mujer ideal, diosa de la Familia y el matrimonio, protectora de las mujeres en el parto. Una diosa fiel a su amado Zeus, esposo de ella, un hombre que tenia amantes por dónde iba e hijos con una y otra mujer, sacando la naturaleza celosa y vengativa contra las amantes e hijos de su esposo.
Pero incluso la diosa de la Familia, tenía un límite. Leto amante de Zeus, estaba embarazada y aunque ella hizo lo posible para impedir que de a luz, incluso acabando con leto, no pudo impedir el nacimiento de Artemisa y Apolo. Producto del amorío de Leto y Zeus
Esto rompió a la Diosa, no podía soportar ver a Zeus, incluso sentir su presencia le causaba repulsión, sentía asco por ver a su esposo, pasando así siglos y siglos mortales, en dónde Zeus, empezaba a sentir la distancia de su esposa. Un día, Hera, a pesar de la repulsión que le causaban los mortales, por su naturaleza desleal, bajó a una especie de prado, al pie de una cascada, se sentó en la cima, dejando caer sus divinas lagrimas derramadas a causa de la infelicidad y desdicha, lamentos silenciosos e hípidos que nadie podía oír. Bajo aquella cascada, había una mujer, joven y tal vez noble, su cabello rojizo como el de Hera ondeaba con el viento, ojos color cielo pero sin vida.
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qechvam ngab - publicación 12 de agosto del 2023Todos os Direitos Reservados