¿Qué puede ser peor que besarte a un extraño en una fiesta, y luego hacer el ridículo frente a él? Sencillo: que sea tu vecino. Y si crees que puedes librarte de él, ignorarlo, y hacer como si nunca hubiese pasado nada, pues te equivocas. Porque todo siempre puede ir a peor. Y así fue en mi caso. Porque él resultó ser el mejor amigo de infancia de mi mejor amigo.