Elena, una joven de 25 años, había crecido en un pequeño pueblo en las afueras de Manila. Aunque el bullicio y la agitación de la gran ciudad la atraían, siempre había encontrado un consuelo especial en las historias que su abuela le contaba sobre las danzas tradicionales de Filipinas. Estas historias hablaban de rituales antiguos, ritos de paso, espíritus poderosos y leyendas misteriosas.All Rights Reserved