Sigilosamente los pasos del destino se acercaban Observando desde el rincón de mi pesar la desgracia Gota de sangre cubría en hielo quemado Dolido pues era el sufrir que contemplaba mi sentir congelado Ahí estabas bajo la misma estrella guiadora de álgidos precipicios Creadora de ilusiones en vano, rompedora de mis principios Nuestra manera de vivir y morir no fluía ya con su misma fuerza vital Cambiar de mundos: diagonales al amor, paralelos al dolor Oscuridad y luz en un mismo puzzle desordenados sin hallar posible solución Separar lo inseparable, planear lo implaneable Dado por ello el mismo dilema:la vida mismaTodos os Direitos Reservados
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