¿Recuerdas a ese contacto tuyo que te presentó a tu actual pareja? Bueno, él o ella es un cupido. Sí, no somos los ángeles desnudos que pintan en los libros o en la mercadotecnia de San Valentín pero si somos muy bellos y somos el pase de toda persona a la felicidad. Nosotros hacemos esa pequeña magia para que dos personas lleguen a los aniversarios y, en la mayoría de los casos, a las bodas... Nuestro trabajo es complejo y, mierda, bastante agotador.
Por desgracia nadie escoge ser esto, eres elegido para serlo. Así que bienvenido a mi mundo.