Akaashi siente que, como un omega mayor, ya pasó su mejor momento. Los alfas sin pareja de su edad están sin pareja por una razón; son malos en la cama, y los alfas más jóvenes no estarían interesados en un omega tan maduro. Al menos eso es lo que él piensa. Tres de sus alumnos de tercer año le demuestran que no es así.