Riley había amado a Alex desde que tenía uso de la razón. Los Miller se habían mudado a la casa de junto en su infancia, y así como se había convertido en amiga inseparable de Addison, la pequeña de la familia; también había desarrollado un enamoramiento por el hermano de ella que la acompañaría por el resto de su vida.
Desde los diez años, siempre supo que Alex estaba destinado para ella. Pasando por ser vecinos, a amigos, a odiarse, a quererse y a volver a no tolerarse.
Y aunque Alex fuese el amor de su vida, ella no se quedaría estancada en alguien que no la quiere de manera romántica, por lo que buscará desesperadamente amor en otros lugares. Así, una vez que alguien más rompa su corazón, se topará con Taylor y su música. Al escucharla, su vida cambiará por completo: de ahora en más, su vida comienza a vivirse por las eras de Taylor, incluso sin intentarlo.
Su vida parece no tener solución hasta que su gran amor vuelve a aparecer en su vida para proponerle el plan más descabellado del mundo: perseguir a Taylor por cada estado donde haga un show de su nuevo tour, con el único propósito de volver a enamorarla: ¿lo logrará?