Lluvia de medianoche

Hay una ley matemática la cual dice que los signos iguales dan positivo, pero los signos distintos dan negativo; sin embargo también en física se aprende que los polos opuestos de los imanes se atraen.

Si llevamos estás dos leyes a la vida real la que mejor se acopla a todas nuestras interacciones sociales sería la segunda, o por lo menos es la que mejor se acopla a la más importante de mi vida, aquella que me hizo ver el mundo desde distintos puntos de vista, que me enseñó que la verdad es diversa, me enseñó lo que es el cariño, la amistad y la confianza pero al mismo tiempo la que se fue sin pensar en el daño que me causaría y que años después volvería, para ayudarme a solucionar un problema un trato tendríamos que cumplir.

¿Azar, suerte, casualidad o destino?

Honestamente no lo sé, solo sé que ahora las cosas no son iguales, que ya no soy aquella niña que anhelaba que su polo opuesto no se fuera, ahora solo deseo que pronto lleguemos al final de este trato.

Un gusto soy Erika Flaguird y odio a mi polo opuesto, aunque dicen que del odio al amor solo hay un paso.

Después de todo, que puede salir mal en un mundo lleno de magia, mentiras, guerras y clanes.