Esa persona valiente, preciosa, tenaz y bondadosa iba a ser su esposa y a compartir toda su vida con él. Debía estar a la altura y por supuesto cuidarla para siempre, porque sabía bien que era el hombre más afortunado del mundo y que, tras tantas batallas, guerras, muertes, pérdida y dificultad, ambos merecían la felicidad que la vida les estaba otorgando. La felicidad que, estando juntos, sabía que sería perpetua. [One-shot] Imagen de portada: @sk_martins_All Rights Reserved