Gia es una chica madrileña enamorada de Altea, una ciudad alicantina donde veraneaba cuando era pequeña. Allí vive Oliver, el chico que jamás ha podido sacar de su cabeza. Bajo una noche de perseidas hicieron una promesa, y ella la incumplió, no regresando a aquel paraíso alicantino. Tras años sin verse, llega el momento de regresar, de reencontrarse. Lo que no sabe Gia, es que Oliver ya no es el mismo niño bueno que ella conocía y tanto ha echado de menos. Oliver vive con su madre, en una pequeña casita del casco antiguo de Altea. Con ayuda de su mejor amigo, Gino, organizan las mejores fiestas de la ciudad. Asaltan los mejores barcos del puerto, donde cada noche se desata la locura. Droga, alcohol, e incluso carreras ilegales en motos de agua, esa es su verdadera pasión, las carreras. Ella es inocente, él es cañero. Un verano lleno de amor, adrenalina, acción, locura, y algún que otro mensaje oculto que desestabilizará a Gia. Un verano en el que todo es posible, porque el amor puede ser complicado si no te agarras bien fuerte.