Hayden, un chico de 17 años, alto, de cabello rubio y deportista, tenía toda su vida planeada. Estaba profundamente enamorado de su vecina Ivy, una chica algunos años mayor que él, con una belleza innegable. Aunque no habían tenido mucha interacción, Hayden había estado enamorado de ella desde que era un niño. Imaginaba un futuro con ella: una hermosa casa, hijos, mascotas.
Pero una noche lluviosa, cuando el sonido de las gotas golpeando el pavimento resonaba en sus oídos y el frío se colaba por su ropa mojada, todos sus planes cambiaron. Fue Harrison, el hermano pequeño de Ivy, quien lo cambió todo.
"- Siempre creí muchas cosas sobre mí. Sabía cuáles eran mis metas y cómo sería mi futuro, pero todo eso cambió cuando él llegó. Me hizo entender que el mundo que creía lleno de colores era en realidad blanco y negro. Él me enseñó los colores, los verdaderos colores."