El suicidio no es pecado

Después de perder a familia en un incendio, Anna deberá trabajar en El Laberinto, un lugar en el que los suicidas son castigados por toda la eternidad, para demostrar que ella no se suicidó y recuperar su alma.

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La tragedia llegó a la vida de Anna la misma noche que el gran incendio arrasó con todo su pueblo. Con su padre, sus hermanas y el que pudo haber sido el amor de su vida muertos, ella tendrá que recuperar lentamente su vida.

Sin embargo, el destino le tendría preparado un reto más por superar.

Un par de noches después del incendio, Anna perdió la vida en un aparatoso accidente tratando de evitar que María, la costurera del pueblo, cometiera suicidio. Pero, en lugar de que su alma descansara en paz, algo más sucedió.

Al momento de abrir los ojos ella se encontró dentro de "El Laberinto", un lugar diseñado para castigar a aquellas personas que cometieron en vida el pecado más grande de todos: el suicidio.

No obstante, cuando Ixtab, la diosa de los suicidas y la encargada de "El Laberinto", se dio cuenta de que Anna no tendría que estar ahí, le propuso dos opciones: trabajar con ella para castigar a los suicidas por toda la eternidad o mandarla al más allá para ser juzgada por sus acciones en vida.

¿Cuál será la decisión de Anna? Aceptará trabajar con Ixtab o se arriesgará a recibir lo que ella cosechó en vida?