La ventana del deseo

Dedicado a todos aquellos seres que con su fe inquebrantable, alimentan a diario el corazón de quienes por desgracia encontraron en el vacío existencial y en la duda, una puerta que les aparta de la luz que encierra la vida.
«Ella es perfecta, sus ojos son la eternidad convertida en sol que se despierta en la timidez de la luna... No hace falta seguir buscando en las cortinas del destino, es hora de apostarle a la felicidad, de arrojar la duda por la ventana y todos estos amaneceres con vista a la nada. Ha llegado el momento justo de conocer al demonio que duerme impaciente en los labios amorosos de esta plegaria incompleta, de esta vigilia convertida en mujer y en polvo de pesares... ¡arriesgo mi alma y bebo del cáliz de los amorosos por ella!» Pensó Esteban mientras miraba a través de la empolvada ventana de su habitación a una hermosa mujer caminar alegremente.