Mi nombre es Mia Williams, tengo 16 años, mido 1,63cm, soy morena y tengo los ojos azules.
Cuando murió mi padre, hace dos meses, mi vida cambió, tuve que cambiar de ciudad, de amigos, de instituto, donde conocí a Ethan Smith, el hermano mayor de mi compañero de mesa de biología.
Tiene los ojos negros, es moreno, guapo, 1,90,... Todo lo que una chica desearía. Pero según me ha contado mi nueva amiga Hanna, es un mujeriego, y se dice que trafica con drogas, y que ha estado muchas veces en la cárcel.
Cuando entré por esa puerta y me sonrió supe que iba a tener problemas.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.