Que hayas pagado el servicio de pérdida de la virginidad es lo más normal del mundo.
Lo que ya no lo es tanto es que, una vez allí, te encuentras a un hombre que conoces. Un hombre que no está dispuesto a dejar que cualquiera te toque.
Sign up to add MINE to your library and receive updates
or
Que hayas pagado el servicio de pérdida de la virginidad es lo más normal del mundo.
Lo que ya no lo es tanto es que, una vez allí, te encuentras a un hombre que conoces. Un hombre que no está dispuesto a dejar que cualquiera te toque.
"-Yo no soy una Claus." Diría (t/n), provocando un mar de dudas en Arthur, en querer descifrar que tipo de inseguridad se ocultaba en todo ello, en el viaje por entregar el regalo faltante... ¿Quién...