Las mafias penden de un hilo. Un pacto de sangre olvidado resurge cuando el nuevo Boss de la mafia rusa busca lo que le pertenece por derecho, reavivando el fuego que había sido consumido en cenizas; pero las brasas siempre quedan, y solo bastó mirar a Elena, la sucesora de la mafia Italiana para que su obsesión, adicción, y este terrible deseo incrementará. Ahora Elena tiene que luchar por su vida cuando las garras del Boss se hincan con fuerza sobre ella, y a su vez, batallar consigo misma para que está adicción irresistible que siente por la persona menos adecuada, su enemigo, Cristhian Petrov, Boss de la Bratva, sea consumido y arrancado de su cuerpo. Lo prohibido tienta, consume y atrapa, y eso es algo de lo que cualquiera no puede resistir.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".