Cuando era pequeña, los seguidores de los ascendidos destruyeron su hogar.
Cuando creció, se convirtió en uno de los mejores soldados de Noxus.
Ahora, años después de presentar su baja, florece.
En el desierto de Shurima, Samira se ha vuelto una intrépida y popular cazarrecompensas. Conocida por su irreverencia, no obedece a ningún amo más que a sus propios deseos, ya que no es la fama ni la fortuna lo que le quita el sueño, sino su ansia de autosuperación.
Viaja al lomo de su gran momak, Neru, recorriendo el continente junto a sus compañeros de travesía. En busca de retos, tesoros, y descubrir los secretos de su tierra natal.
Pero una vida tan emocionante inevitablemente conlleva peligros. Su sangriento pasado la persigue, pues el resto del mundo no ha olvidado quien era ella. Así es que, con promesas que cumplir, una venganza que no olvida, y enemigos al acecho, se canta la canción de Samira, la Rosa del Desierto.