Atenea, una chica normal con una vida normal, con padres normales.
Su vida era fantástica, tenía un novio, amigas y uno que otro conocido al que le tenía cariño.
Pero a pesar de tener toda una vida normal y feliz, había un vacío en su pecho, ella sentía que le faltaba algo.
Ella tenía un instinto, ella no sabía de dónde venía pero siempre presentía cosas y siempre acertaba, era ese algo que ella sabía que le faltaba.
Solo que ella no sabía que era ese algo.
O eso pensaba.
Su vida tenía un patrón, su mente tenía un patrón.
J.B.L.C y la más importante, la que siempre resaltaba entre todas esas letras que venían a su cabeza todo el día, la letra A.
Ella no tenía ni idea de por qué todas esas letras permanecían en su mente, lo que si sabía era que tal vez nunca lo iba a descubrir.
O eso creía, hasta ese día.