Un Futuro Incierto y un Atardecer de Suerte

No estaba en mi mejor momento, había llegado a pensar que quizás estaba en estado de coma en un hospital. Las cosas malas y las malas noticias no dejaban de llegar y aunque mi familia intentaba mantener una buena cara, no era consciente de todo lo estábamos pasando juntos. Estábamos sin casa, sin un lugar donde caer muertos, y sin embargo las sonrisas y los chistes malos no dejan de llenar nuestro día. Admiraba que fueran así, tan alegres que pudieran poner una sonrisa en el rostro de cada persona.

"Al mal tiempo buena cara" dicen las malas lenguas, pero mi familia es fuerte, ellos pueden con todo lo que el mundo nos depara. Así eran ellos, fuertes y siempre listos para cualquier adversidad, yo en cambio era un manojo de emociones, no podía hacer nada bien, era débil... Insignificante frente el espejo, pero la más valiente a la hora de un problema... Así que me afectaban las palabras, yo no podía sola, no podía hacer nada sola...