Con tan solo 12 años, Fushiguro Megumi tiene su primer despertar de pre-adolescente, todo esto luego de obsesionarse con los libros homoeróticos que tomó prestado de la biblioteca de su primo Naoya, en otras palabras, fue a escondidas para llevarse varios a su habitación y esconderlos debajo de su cama para leerlos en sus ratos libres, sabe que todo eso es ficción, sería imposible a su edad experimentar lo que lee, eso pensaba hasta que entra al internado de la escuela de hechicería en donde conoce a Yuji Itadori, un niño de la misma edad e inocente en muchos aspectos que capta su atención desde el primer día de clases. -¡Oye, Yuji! ¿Que te parece si vamos a mi dormitorio a jugar? -propone Megumi sonriendo de medio lado al ver como la mirada del pelirosa se ilumina. -Si, esta bien -responde contento de hacer un nuevo amigo.