Lily Callen | Un Destino No Anhelado

Una mujer es como una flor, la cual su único aroma son las vibras y emociones que tiene, otras tienen espinas que te hacen sangrar por lo peligrosas que pueden llegar a ser, pero algunas son tan sensibles como un tulipán blanco y puro. Si me lo decía mi madre, la cual es una santa, puedo confirmar que pude amar a una mujer con una alma tan pura y limpia. Enamorarse no es ningún pecado capital, muchas veces yo me abstengo porque tengo miedo del veneno que puedo encontrar en algunas, no obstante hay otras de aroma grato que pueden robarte el corazón...
- Mi bella dama, mi ángel, la que cautivó mi corazón y la que lo llenó por completo, muchas veces sueño contigo, y moriría un segundo si no te tengo, no hay mayor castigo saber que perderé tu afecto porque eres el oxígeno que necesito.
-Mi amado y querido caballero, yo sé muy bien que nuestros destinos se cruzaron de una manera repentina, pero no me arrepiento. Mi corazón has anticipado, y sé que has tenido la certeza por mí, esperándome como un regalo del cielo y como el maná del alma. Ten por seguro que has sido mi mayor aventura, y que ni siquiera las leyes del destino cambiará esto, la cual ya es todo un hecho.

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