Es duro chocarse contra el muro de la realidad, aquel que separa los hechos de tu vida de tus más profundos anhelos. Lamentablemente no hay una puerta, y lamentablemente no todos pueden cruzar hacia el otro lado. El muro de la realidad es duro y filoso, y cuando vienes caminando feliz, bailando y cantando debes de prestar atención y tener mucho cuidado; porque el choque puede ser brutal. ¿Qué tan leves pueden ser los problemas de una adolescente en edad escolar? ¿Qué tan cobarde y a la vez valiente puede ser una jovencita de tan sólo diecisiete años?