Sin Certezas
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Continúa, Has publicado mar 16, 2015
Ella prácticamente estaba ligada a la fama. 
Él... bueno él la había obtenido por mérito propio.
La cuestión es cuando las cosas se tornan confusas... o egoístas, o prácticamente se vuelve un ida y vuelta de favor tras favor y... bueno, todo se va al diablo.
Luego caes en cuenta de que los amigos no son amigos, sino oportunistas. Que realmente tus padres resultan ser unos desconocidos tras tanta fascinación por lo material o lo monetario. 
Y tu... tu te encuentras sola; como de costumbre, tratando de poder encontrarle un sentido a todo. 
Y luego de recordar y enumerar cada momento cada instante... Ves que, sí. 
Todo recae en él.
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Bajo tu Dominio

81 Partes Continúa

No la buscaba a ella, ni siquiera me parecía importante su jodida existencia. Pero la vi. Y eso lo jodió todo. La primera vez que vi a Anastasia, no fue una elección. Fue una coincidencia. Una de esas que se clavan en la piel y te carcomen la cabeza. No era especial. No era alguien que mereciera mi atención. Y, sin embargo, en cuanto la miré, no pude dejar de hacerlo. Me obsesioné. Como un puto animal en busca de presa, la seguí con los ojos, con el pensamiento, con cada maldito resquicio de mi conciencia. No había razón lógica. No había un propósito más allá del deseo irracional de verla temblar. Anastasia no lo sabía, pero ya era mía. Y cuando finalmente la tuve frente a mí, cuando supe que no podría escapar, entendí algo: no era solo deseo. No era solo obsesión. Era el placer retorcido de poseer algo que nunca debí tocar.