Con el propósito de hacer más emocionante la noche de juegos, Pei Ming convence a Pei Su y Shi WuDu de apostar sus dispositivos espirituales. Sin embargo, el general Pei no duda en ganar haciendo unas cuantas trampas durante las tiradas de cartas. Ahora Shi WuDu deberá cumplir con el castigo de usar su forma femenina y formar parte de los retos sexuales que involucran a Pei Su mientras Pei Ming observa. ¿Por cuánto tiempo podrá soportar Pei Ming la restricción de solo ser un espectador?