Ophelia Harrington, es una chica soñadora, en esclavitud de los sueños de su madre.
Ophelia Harrington, quiere viajar y tener mascotas y cantar y hornear y comer, comer, comer y comer todo lo que se le a prohibido en su vida.
Ophelia es americana, de Boston, pero su madre siempre suele mentir diciendo que es Newyorkesi.
Ya quisiera ella.
Nathaniel Hamer, es el duque de Galas, rico hasta los dientes, con muchas responsabilidades que cumplir.
Nathaniel solo quiere hacer su trabajo, Nathaniel solo quiere mantener a su familia unida.
El es muy feliz al solo tener hermanos menores y ninguna hermana a la que casar, gracias a dios.
A Nathaniel no le gustan las castañas, lo suyo son las rubias y aveces pelirrojas.
¿Pero castañas? Demasiado corriente, decía el...
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.