Ophelia Harrington, es una chica soñadora, en esclavitud de los sueños de su madre.
Ophelia Harrington, quiere viajar y tener mascotas y cantar y hornear y comer, comer, comer y comer todo lo que se le a prohibido en su vida.
Ophelia es americana, de Boston, pero su madre siempre suele mentir diciendo que es Newyorkesi.
Ya quisiera ella.
Nathaniel Hamer, es el duque de Galas, rico hasta los dientes, con muchas responsabilidades que cumplir.
Nathaniel solo quiere hacer su trabajo, Nathaniel solo quiere mantener a su familia unida.
El es muy feliz al solo tener hermanos menores y ninguna hermana a la que casar, gracias a dios.
A Nathaniel no le gustan las castañas, lo suyo son las rubias y aveces pelirrojas.
¿Pero castañas? Demasiado corriente, decía el...
Tras años en Estados Unidos, el Duque de Lancaster regresa a Inglaterra para asumir su título y responsabilidades familiares tras la muerte de su padre. Su principal tarea: encontrar un marido adecuado para su hermana menor y reintegrarse a la alta sociedad.
En un baile de presentación, se cruza con el imponente Duque de Devonshire y su encantadora hermana, quien queda cautivada por el recién llegado. Sin embargo, el Duque de Lancaster, decidido a no casarse, se muestra indiferente.
Sin embargo, los planes del duque se ven trastocados cuando conoce al imponente y carismático duque de Devonshire, quien parece estar en todas partes a donde va. Un tipo demasiado coqueto y decidido; sin duda es algo de lo que jamás creyó toparse en su vida, pero lo quiere lo más lejos posible. Lástima que por ambas hermanas y su mayor secreto hace imposible este hecho. Además...
Nadie escapa del Duque de Devonshire.