Tan de repente ¿no? Dicen que las mejores cosas siempre llegan de repente, sin avisar, sin darnos cuenta siquiera, es curioso ¿No?, como los mejores recuerdos, momentos y personas de nuestras vidas llegan y se van de la misma manera, sin siquiera notarlo, hasta que los perdemos, a veces lo notamos, y nos lamentamos por eso, pero ¿qué pasa cuándo no lo notamos?, ¿Lo olvidamos simplemente?, ¿O sólo lo ignoramos, y hacemos de cuenta que nunca pasó?, hay algunos que por más bonitos o buenos que sean, nos lastiman de una u otra manera, casi siempre por protección propia, nuestro cerebro escoje guardar esos recuerdos en algún lugar donde no podamos encontrarlo, y no tenemos ninguna manera de controlar eso.
Creemos tener algún control o poder sobre nuestros recuerdos y las personas que los conforman, pero no es así, deseamos tener a alguien a nuestro lado, alguien que nos ayude cuando recaigamos, pero de qué sirve si no tenemos la capacidad de recordar a la mayoría, cosas van y cosas vienen, nada es para siempre ¿O sí?, ¿Ella podrá mantenerlo?, ¿Será algo duradero? O todo se irá por la borda?, ¿Si significó algo?, o ¿sólo es cuestión de tiempo para darse cuenta que nunca fue real? ¿O sí lo fue?. ¿Y ahí fue, cierto?.