A diario se horneaban pasteles, cada uno destinado a ser lo más esperado en los eventos, todos se preparaban con la misma atención y dedicación sin ninguna excepción. Un pastel fue horneado para darle paso a una hermosa relación, sin embargo, nadie se imaginaba que de los dos pedazos, dos invitados deseaban probar la mitad del otro. Fresas el color de sus ojos. Vainilla el color de su pelo. Los personajes no son míos, derechos a su respectivo autor.