Se me ha hecho difícil no mirarle a la hora de la clase, del recreo o incluso a la hora que va al baño. Se me ha hecho difícil hablarle, y cuando intento hacerlo, una risa enferma se apodera de mi. Se me ha hecho difícil mantener nuestras miradas conectadas. Se me ha hecho difícil no imaginarlo en las noches, y pensar como seríamos si estuviéramos acostados en la misma cama... Pero aún así, es un idiota. No le da el derecho de molestarme, tampoco de tocarme. Cree que por ser el más guapo y "digno" del colegio, voy a caer en sus redes. Lo admito, me gusta, pero también tengo que mantener postura ¿no?
No soy una zorra, no soy fácil... sólo soy Mía Harrison y les contaré la historia de como conocí a este imbécil, que desespera mis hormonas.
"Tocar, no es delito."
_________________________________
Obra registrada en Copyright.
Todos los derechos reservados.
¡¡¡¡NO!!!! se permite la copia ni adaptación sin nuestro permiso.