Las flores que crecían en el reino de Cap eran hermosas, a Magma le gustaban mucho (aunque no lo admitiera) aquellas flores amarillentas con ciertos detalles naranjas, y claro, Cap al ver su interés en ellas no perdió tiempo en presumirlas. A Magma le encantaba ver sus flores, le encantaba que Cap le hablara de ellas. Podría verlas todos los días y no se cansaría, podría caminar todo ese largo y confuso trámite hasta aquel extraño reino y nunca reprocharía, podría ver aquella sonrisa todos los días y nunca la repudiaría, podría ver a Cap todos los malditos días de su vida y jamás lo apartaría, porque Cap...Cap era la única flor que valía la pena contemplar, era lo único que quería, jamás se alejaría, jamás...o bueno, eso era lo que creía... ...hasta que un día su garganta empezó a arder... Hice esta historia por que hace poco descubrí esta temática del Hanahaki y pues como ví que no hay ninguna historia de Cap x Magma relacionada con este tema (según lo que yo investigue) pues quise hacer una yo, es mi primera historia así que espero les guste. Disfruten de la lectura ✌️