Esa noche despertó un poco más temprano. El amanecer caía con lentitud, filtrando la luz por su única ventana descubierta de la casa, iluminando la estancia con una calidez que se reflejaba en cada objeto y pared. El color azabache no podía negar que lucía bastante bello, era agradable poder ver la luz del sol algunas veces. Por años la había tenido sobre su cuerpo cada mañana, despertándole justo a tiempo para comenzar las actividades del día. Pero ahora. Ahora no tenía mucha motivación para verla. Cada mañana podía dormir con ella a su lado, cada atardecer podía despertar y aún tenerla entre sus brazos. Y eran esos momentos que no tenían comparación con nada imaginable en el basto mundo e inclusive universo. Ella era la razón de cambiar la costumbre del dormir por las noches, pues prefería estar a su lado. Ella era la razón de muchas cosas ahora la que seria mas importante: Seguir adelante. Con el tiempo se había acostumbrado a esa "bella" forma de vida, a una tranquilidad, al clAll Rights Reserved
1 part