Aubrey Hoffman se entera que su novio Oliver la ha engañado con la que pensaba que era su mejor amiga, y despechada va a una discoteca recién abierta a buscar venganza. El dueño de la discoteca y de empresas, Markus Kölher pasaba la noche en ese mismo lugar. Observa por horas a Aubrey beber y bailar completamente sola. Ellos intercambian varias palabras y terminan teniendo una noche salvaje y pasional ya que "no se volverán a ver"... o eso creen ellos.