La primera era su mundo; la segunda, su sol. Ambas eran igual de importantes, pero algo lo cambia todo. Un solo hecho hace que el planeta Tierra arda y se pierda en el humo del olvido, mientras que la estrella se marchita sin previo aviso. Solo tres capítulos bastan para contar la historia de Kidani, un guardaespaldas que perdió las esperanzas por la crueldad humana.