El timido asistente social Lee Felix sólo tenía un vicio: al oscurecer, espiaba a sus vecinos durante sus momentos más desinhibidos. Noche tras noche, detrás de cada ventana, en cada dormitorio anónimo, Felix encontraba material para sus fantasías más salvajes. No hacía daño a nadie. Era solo un juego. Nadie se iba a enterar. Hasta que una noche sonó el teléfono... - "Has sido un niño muy malo". Él se hace llamar "la justicia", y también tiene una afición: observar como Felix observa a los demás. Tiene fotos que lo demuestran. Ahora le toca jugar a él. Contenido +18 (temas delicados, contenido explícito) Capitulos largos