Yo tenía atado a mí demonio, lo tenía encadenado en mis mazmorras y él sólo sabía que yo era su salvadora, aunque no lo aceptaba. Nunca me miró a los ojos, nunca me besó el dorso de la mano, tal cómo estaba acostumbrada, tal como me obligaron a acostumbrarme en mi entorno. HISTORIA CORTA escrita en el transcurso: 6 al 8 de septiembre en el 2023.